La implicación del sector es clave para reducir un tercio de las emisiones y alcanzar los objetivos de neutralidad en carbono fijados por la UE para 2050.
La Comunidad de Madrid ha renovado el Laboratorio de Soluciones Urbanas (INNOLAB), que nació en 2022 para desarrollar ciudades eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Con este fin, el Ejecutivo regional ha ampliado por tres años más el convenio firmado con la Fundación Metrópoli y la asociación Madrid Capital Mundial de la Construcción, Ingeniería y Arquitectura (MWCC).
De este modo, el Ejecutivo autonómico facilita el marco institucional y el uso de los espacios disponibles en la región; la fundación aporta su experiencia internacional en diseño estratégico, y MWCC contribuye con su red de
empresas e instituciones del sector. Los tres socios vinculan sus capacidades para desarrollar nuevas iniciativas que afronten los retos urbanísticos del siglo XXI.
Entre ellas, se va a impulsar el empleo de cemento descarbonizado junto a la empresa CEMEX; el de pavimento fotocatalítico con Padecasa; de hidrógeno verde para el transporte público junto a Électricité de France, o el desarrollo del nuevo Consorcio Urbanístico Puerta de Madrid en Leganés, íntegramente respetuoso con el entorno.
Esta colaboración público-privada busca asimismo la generación de conocimiento, el aprovechamiento del talento y el desarrollo de aplicaciones innovadoras que posicionen a Madrid como referente de transformación
metropolitana. Un claro ejemplo es el desarrollo de Madrid Nuevo Norte, iniciativa de regeneración y descarbonización que impulsa el desarrollo económico compatible con el uso eficiente de los recursos naturales y el empleo de materiales de construcción que reducan el carbono incorporado. Además, va a crear 350.000 empleos (200.000 en fase de construcción y casi 150.000 en la de actividad) y construir 10.500 viviendas.
La implicación de este sector es clave para reducir las emisiones a la atmósfera, ya que la construcción produce un tercio del dióxido de carbono que se genera en la región; también es necesario aminorar la contaminación de los materiales empleados y gestionar adecuadamente los residuos que se producen en las obras. El cambio de paradigma de empresas y administraciones, cada vez más conscientes de la necesidad de cuidar el entorno, permitirá alcanzar los objetivos de neutralidad en carbono que ha fijado la Unión Europea para 2050.