Las funciones de la XXXIX edición del Don Juan en Alcalá, Fiesta de Interés Turístico Nacional, se desarrollarán los días 31 de octubre y 1 de noviembre en la Huerta del Obispo del Palacio Arzobispal, a partir de las 19:30 horas.
Los tiempos están cambiando y las influencias está claro que han venido para quedarse, pero por mucho Halloween que muchos se empeñen en celebrar, la noche del 31 de octubre es la noche de Don Juan Tenorio. Este año Alcalá de Henares repite con la propuesta de Yllana en la que repiten como Don Juan y Doña Inés, Antonio Pagudo y Julia Piera, la dirección estará a cargo de Joe O’Curneen. Hemos podido hablar con Antonio Pagudo para que nos cuente su experiencia.
Antonio, segundo año que te pones bajo la piel de don Juan y la pregunta es obligada, ¿hubo más nervios la primera vez o en esta revalida?
Difícil pregunta, porque son situaciones distintas. El primer año tienes los nervios de enfrentarte a algo que no conoces, es un salto al vacío. Yo había oído hablar de estas actuaciones, pero todo cambia cuando te enfrentas a la sensación de que hay 10.000 personas delante de ti en un evento de este calibre, entonces hasta que no lo vives no sabes lo que es. Es una carga de energía impresionante, lo más parecido a ser una estrella del Rock.
Los nervios de este año ya son distintos, en esta ocasión ya buscamos la excelencia, queremos rizar el rizo, todo lo que el año pasado estuvo genial, este año tiene que ser maravilloso. Se ha hecho mucho hincapié en trabajar los versos para que tengan más fuerza y darles la importancia que merecen. Que las coreografías de lucha sean más espectaculares. Es cierto que hay nervios pero estamos disfrutando mucho de esta segunda ocasión porque ya sabemos dónde van a estar los momentos que nos van a hacer sentir.
¿Cuánto tiempo lleváis realmente de de trabajo para para esta obra?
El año pasado estuvimos cerca de dos meses, porque es un espectáculo de dos horas y 40 minutos y hay que ajustar las coreografías, los versos y demás aspectos. Este año hemos agilizado un poco y en un mes ya lo estábamos mostrando. Aunque es cierto que a mi me gustaría estar el año entero dedicado a este espectáculo, porque cada capa, cada momento que descubrimos, cuanto más vueltas le das al texto más cosas aparecen y son todas maravillosas, de ahí que tenga tanto éxito.
Además es un texto con un sin fin de variantes, de elementos alrededor, es verdaderamente apasionante. Podría representarse durante mucho tiempo y no solo acotarlo en un día.
Pero en ese caso perdería un poco lo que le hace especial
O no (ríe), es una obra con un universo muy amplio, muy rico, que tiene muchos lugares donde investigar y eso es lo que lo hace atractivo. Es cierto que darle ese único espacio temporal es lo que lo hace magnífico, pero estoy convencido de que el texto es tan potente que aguantaría más todavía, representaciones que vayan desde el microteatro hasta el macroteatro.
Oye, y al ser una una una obra que se va a realizar al aire libre, ¿Cuántas veces has mirado el tiempo que va a hacer?
Si te soy sincero ya he dejado de mirar el tiempo (ríe). El año pasado pasó algo que para mí fue amor a las artes escénicas, a la obra y a las personas que trabajamos en ella. Mientras estábamos haciendo la obra, ya cerca del final, comenzó a llover pero la gente no se movió, aguantó bajo la lluvia y encima no sacaron los paraguas para no molestar a los demás y que todo el mundo pudiese verlo, por eso este año queremos devolver todo ese cariño a Alcalá de Henares.
Aunque te mentiría si te dijese que la compañía y el elenco no están preocupados con el tema de la lluvia.
Has podido trabajar tanto en teatro, como en televisión y cine ¿Qué es lo que prefieres?
El teatro porque es donde tienes el poder absoluto, tienes el control, eres tú el que está ahí encima del escenario. Me gusta trabajar en series y en cine claro y soy un actor muy curioso y me intereso por los diferentes aspectos técnicos, pero en el escenario sientes al público ahí.
En este sentido Yllana me ha permitido explorar como actor y poder actuar y al mismo tiempo leer lo que sucede en el patio de butacas. En los espectáculos sin texto, por ejemplo, se genera una comunicación mucho más fluida con el público, más universal y primigenia, generas una serie de emociones en ellos y cuando sientes esa conexión es lo que da el sentido a todo el trabajo realizado previamente.
¿Cuál es la emoción más sencilla de transmitir?
Hombre la risa es la más chivata, la comedia sale más al exterior. En un espectáculo más dramático las emociones son más internas, podemos haber ido a ver una gran obra de teatro que a mí me ha llegado y a ti no y los dos podemos haber disfrutado, sin embargo, si en una comedia no se ríe nadie no hay quien lo salve.
La comedia, al menos como yo lo veo, permite una gran conexión con el público y eso es algo maravilloso. A mí me ha pasado de pararme gente por la calle y contarme su historia, algunas de ellas te tocaban el corazón porque estaban pasando o habían pasado por un momento muy malo y me explicaban como mi trabajo les había ayudado a respirar un poco, a tomar fuerzas para salir de ese pozo. Cuando te cuentan algo así, no hay premio que se iguale.
Y ya para terminar, ¿Cómo animarías a la gente a que se pasase este año, a que repita o a que lo pruebe por primera vez?
Pues el que ha venido volverá y eso es maravilloso y a quien no pudiese el año pasado solo le diré la frase de un gran amigo «que no te lo cuenten».
Hay que disfrutar de este regalo que nos ha dado la dramaturgia, quiero agradecer también al Ayuntamiento de Alcalá el hacerlo posible, que se apoye y se cuide algo así.



